ROOM 308 The Grabbys Europe event at Ritual Hotel in Torrem..

ROOM 308

The Grabbys Europe event at Ritual Hotel in Torremolinos was a whirlwind of pleasure and opportunities. With so many creators in one place, I had to seize every second of the day until my body reached its natural limit.

Just a couple of floors above me, in Room 308, was @sebcadar, a kinky French versatile guy who, like me, could never get enough.

As the door opened, Seb's mischievous grin greeted me. His eyes roved over my body, a silent acknowledgment of the raw, carnal energy between us. "Ready for another round?" he asked, his voice dripping with lust. I nodded, my cock already hardening at the thought of what was to come.

Our hands roamed over each other's bodies, exploring, teasing, igniting the fire that never seemed to burn out. Seb's touch was electric, his fingers trailing down my chest, my abs, finally wrapping around my cock. I gasped, the sensation almost too much to bear.

He guided me to the bed, pushing me down and climbing on top. His weight pressed me into the mattress, and I reveled in the feeling of his hard cock grinding against mine. We kissed deeply, tongues battling for dominance, hands grasping and clawing at flesh. The intensity was overwhelming, a desperate need to consume and be consumed.

Seb's fingers found my hole, teasing the entrance before slipping inside. I moaned, my back arching off the bed as he prepared me for what was to come. "You love this, don't you?" he taunted, adding another finger, stretching me, making me beg for more.

"Fuck yes," I groaned, my voice raw with need. "Give it to me, Seb. Fill me up."

He didn't need any more encouragement. Positioning himself between my legs, he lined up his cock and pushed inside with a single, powerful thrust. I cried out, a mix of pain and pleasure as he filled me completely. Seb paused for a moment, letting me adjust, before he began to move, his pace slow and deliberate.

"You're so tight," he murmured, his eyes locked on mine. "So fucking perfect."

I could feel every inch of him, every vein, as he slid in and out of me. The sensation was exquisite, a relentless assault on my senses that had me clawing at the sheets, desperate for release. Seb's thrusts grew faster, harder, his control slipping as he chased his own pleasure.

Our session was short, but it was exactly what we needed. Even though both of us had cum several times that day, we still had some jizz to feed each other. As we lay there, basking in the afterglow, I couldn't help but smile.

https://OnlyFans.com/sebcadar

HABITACIÓN 308

El evento de los Grabbys Europe en el Ritual Hotel de Torremolinos fue un torbellino de placer y oportunidades. Con tantos creadores en un solo lugar, tenía que aprovechar cada segundo del día hasta que mi cuerpo no pudiera más.

Un par de pisos arriba, en la Habitación 308, estaba @sebcadar, un francés morboso y versátil que, como yo, nunca tiene suficiente.

Cuando se abrió la puerta, la sonrisa traviesa de Seb me dio la bienvenida. Sus ojos recorrieron mi cuerpo, reconociendo en silencio la energía carnal y cruda entre nosotros. "Listo para otra ronda?", preguntó, con la voz cargada de lujuria. Asentí, mi polla ya endureciéndose ante la expectativa de lo que venía.

Nuestras manos recorrieron los cuerpos del otro, explorando, provocando, avivando el fuego que nunca parecía apagarse. El toque de Seb era eléctrico, sus dedos bajaban por mi pecho, mis abdominales, finalmente envolviendo mi polla. Jadeé, la sensación era casi demasiado para soportar.

Me guió hacia la cama, empujándome y subiendo encima. Su peso me presionaba contra el colchón, y me deleité con la sensación de su polla dura frotándose contra la mía. Nos besamos profundamente, las lenguas batallando por el dominio, las manos agarrando y arañando la carne. La intensidad era abrumadora, una necesidad desesperada de consumir y ser consumido.

Los dedos de Seb encontraron mi agujero, provocando la entrada antes de deslizarse dentro. Gemí, mi espalda arqueándose mientras me preparaba para lo que estaba por venir. "Te encanta esto, verdad?", me provocó, añadiendo otro dedo, estirándome, haciéndome rogar por más.

"Joder, sí," gemí, mi voz llena de necesidad. "Dámelo, Seb. Lléname."

No necesitó más ánimos. Se posicionó entre mis piernas, alineó su polla y empujó dentro de un solo, potente empujón. Grité, una mezcla de dolor y placer mientras me llenaba por completo. Seb se detuvo un momento, dejándome ajustarme, antes de empezar a moverse, su ritmo lento y deliberado.

"Eres tan estrecho," murmuró, sus ojos fijos en los míos.

Podía sentir cada centímetro de él, cada vena, mientras se deslizaba dentro y fuera de mí. La sensación era exquisita, un asalto implacable a mis sentidos que me hizo agarrar las sábanas, desesperado por liberarme. Los empujones de Seb se volvieron más rápidos, más duros, su control deslizándose mientras perseguía su propio placer.

Nuestra sesión fue corta, pero fue exactamente lo que necesitábamos. Aunque ambos nos habíamos corrido varias veces ese día, todavía teníamos algo de lefa para darnos el uno al otro. Mientras estábamos tumbados allí, disfrutando del resplandor posterior, no pude evitar sonreír.